viernes, 5 de agosto de 2011

Mumy, mumy, mumy...

A prácticamente 3 meses del entierro de mi madre apenas soy capaz de hablar de ella en pasado.
Tengo un padre en presente y una madre en pasado. Un padre que me espera a la vuelta y una madre que yace en mis recuerdos.
Mi madre, de alguna, o mejor, de todas las maneras posibles, continúa presente en cada uno de mis pasos, preocupaciones, insolencias, alegrías y malestares. Sigue conmigo entre fogones, aconsejándome sobre el tiempo exacto de cocción de la cebolla caramelizada, de mis nuevas recetas con chile picantoung y de todas las que aprendí a su lado. Permanece ahí, como si de un susurro se tratara, una voz dentro de mis entrañas que sigue guiándome y rescatándome cuando me traslado hacia el lado oscuro o, simplemente, haciendo de madre, sufriendo en silencio, sin ni siquiera parpadear un milímetro por cada uno de los pasos que su hijo, su pequeño predilecto, da, hubiera o hubiese peligro o no a la vista.
La echo mucho de menos, egoístamente la necesito a mi lado.
Entiendo la muerte como parte del proceso vital; no creo ni en el más allá ni en el más acá, ni en reencarnaciones ni fenómenos parecidos.
La muerte de mi madre la viví al milímetro, la palpé, la sudé, la lloré y la sigo llorando por las noches. Desde que inicié mi aventura ya van dos ocasiones en las que aparece en mis sueños y me despierto en un mar de lágrimas.
Entiendo y comprendo la muerte pero no siento estar preparado para convivir con ella; sin ella.
Suerte la mía, la nuestra. La de Andy y mi padre. Suerte de poder afrontarlo con cierta naturalidad, de poder despedirme de mi madre, decirle te quiero y te echaré de menos mumy, no se si lo conseguiré pero seguiré intentándolo. Suerte de luchar con ella hacia el final, hacia lo más digno que supimos y lo mejor que nuestras fuerzas nos dejaron.
Suerte del apoyo que recibí de muchos, y de todos los que nos acompañaron en el durísimo camino hacia el corredor.
Como dije no creo en el más allá. Pero si tengo que imaginarme a mi madre, no puedo evitar hacerlo de la siguiente manera. Me la imagino con un vaso lleno de Wisky, 4 cartones de BN, una reserva inacabable de agua de Vilajuïga y jugando al solitario en algún lugar paradisiaco. La banda sonora sería el Serrat, y es que hoy puede ser un gran día a pesar de que ya no estés.
Os echo de menos, pero no tanto como para volver.
Love
Willy

1 comentario:

  1. Bonitas palabras Willy, hasta me he emocionado y todo !!!

    Besos

    Eduaker

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